A comienzos del siglo XX, en la localidad costera maulina de Chanco se evidenciaba una amenaza cada vez mas preocupante. Día tras día, el viento empujaba las dunas del litoral hacia el pueblo, cubriendo lenta pero implacablemente cultivos, viviendas y caminos. La arena avanzaba sin control, arrasando con la vida agrícola y poniendo en riesgo la permanencia misma de los habitantes en ese lugar. Frente a esta amenaza, surgió una figura que marcaría un antes y un después de Chanco y en la historia ambiental de Chile: Federico Albert Faupp.