Estudio
Ruta L-45 KM 17, Linares.
Email
info@maulesur.cl
WhatsApp
+56996777459
Back

El zorro culpeo

En los paisajes del centro y sur de Chile, desde matorrales costeros hasta quebradas cordilleranas, una figura escurridiza pero esencial habita en silencio: el Zorro Culpeo (Lycalopex culpaeus). Con su pelaje rojizo, mirada atenta y paso cauteloso, este cánido nativo —también conocido como zorro colorado— es mucho más que un ícono de la fauna silvestre. Es un aliado invisible en la salud de los ecosistemas.

Es el segundo cánido más grande de Sudamérica, después del lobo de crin, y puede superar el metro de largo desde el hocico hasta la cola. Su silueta estilizada, su espeso pelaje y su cola con punta negra lo hacen inconfundible. Habita preferentemente zonas precordilleranas, donde se mueve en soledad, especialmente al amanecer y al atardecer. Aunque discreto, no es raro verlo cruzar un sendero o mirar desde lejos, curioso pero alerta.

Su dieta omnívora lo convierte en un regulador natural de pequeños animales: consume roedores, aves, insectos, frutas silvestres y también carroña. Esta versatilidad alimentaria lo transforma en una pieza clave en el control de plagas, y por tanto, en un aliado silencioso de la agricultura sustentable.

Pese a su importancia ecológica, el zorro culpeo enfrenta diversas amenazas. La pérdida de hábitat por incendios forestales, la expansión urbana y el uso de raticidas afectan su supervivencia. A esto se suma la caza furtiva, muchas veces motivada por creencias infundadas o conflictos con aves de corral.

Cuidar al zorro culpeo es proteger el equilibrio natural. Su presencia indica un entorno saludable, y su rol como depredador medio sostiene la cadena trófica de nuestros paisajes nativos. Observarlo en libertad es, además, un privilegio que nos recuerda lo valioso de conservar lo que aún nos rodea.

¿Te pareció interesante? Compártelo!
error: Contenido Protegido