La primera gran manifestación ciudadana en Linares se llevó a cabo en rechazo a los planes de construir dos centrales de paso en el río Achibueno, el último río no intervenido de la Región del Maule. Los vecinos exigieron al alcalde, Rolando Rentería, tomar medidas concretas para evitar la intervención en el río.
Años después, gracias a la persistente presión ciudadana, el proyecto fue descartado, y el río Achibueno, junto con su cuenca, fue declarado Santuario de la Naturaleza durante el gobierno de Michelle Bachelet, asegurando así su protección y conservación para las futuras generaciones.